sábado, septiembre 30, 2006

Volver... - (La muerte golpeó cerca...)

Finalmente, volví a Piriápolis...
Luego de tantas idas y vueltas, tantas postergaciones, volví.
No fue una visita más...

Allí estaban los ñoquis prometidos, esperándome para zambullirse en el agua hirviendo que aguardaba por ellos para cocinarlos...
Estuvieron muy ricos, comí solo 1 plato, porque mi abuela había hecho un par de tortas, las cuales había probado antes de comer y encima había que dejar lugar para el postre...Por qué doy estos detalles??? Alguien me puede contestar eso???

Mi abuela bien, un poco jodida como siempre, dolorida de las caderas de las cuales está operada, pero llevándola. Un poquito chocha, pero no es noticia, ya está vieja, tiene 85 años y vive sola...Dicho sea de paso, si yo no iba, mañana ya se quedaba sin remedios, pero para ella eso es una risa...Por qué se pondrá tan terca la gente con los años???

Zulma, mi abuela postiza bien, un poquito chota, pero no es noticia, también estaba un poco dolorida y con sus achaques a cuestas, pero...tampoco es noticia...tiene 75 años, ha trabajado toda una vida y no afloja, sigue en la misma, aunque si deja por ahí se enferma...También vive sola.

Alejandra...
Antes de ayer me escribió al celular, contándome que estaba un poco nerviosa porque habían internado a la abuela. Hacía tiempo que la vieja venía con problemas, estaba enferma, y si no me equivoco era cáncer, como mi abuela paterna, la que falleció el año pasado. No sé si sería cáncer, supongo que sí, porque siempre se referían en el caso de ella a "esa enfermedad" cuando hablaban en casa.
Bueno...finalmente, llegó a su fin. Terminó su camino en esta vida en la madrugada de ayer, justo cuando yo me había decidido a ir, son esas cosas del destino, pensar que hace días que vengo posponiendo el viaje, encima me coincidió hasta el 29 con los ñoquis! "Cosa de Mandinga, canejo!"
Como decía, la abuela de Ale falleció. El destino quiso que yo fuera ese día...
Luego de algunas idas y vueltas, mi abuela, Zulma y yo decidimos ir a saludarla. Estaba la madre, que no vive allí, los padres de Ale están separados y ella vive con el padre, y estaba también la abuela en esa casa, que era de mi abuela, y que tanta mala suerte parece traer. Han muerto varias personas allí...Ese barrio es el "barrio de las viudas". Mi padre siempre le dijo a mamá que ni loco se iba a vivir allí con ella. Merece un post aparte, tomo nota.

Fuimos a saludar...estaba Ale, la madre, y creo que en la cocina estaba el novio de Alejandra. Lo sospeché, aún no lo sé. Fue fuerte volver a verla...estaba muy linda. A pesar de lo que había pasado, estaba sonriente, y durante la tarde oí su risa varias veces. Pero parecía una sonrisa forzada.

Una alegría fingida...
Por dentro, se resquebrajaba silenciosamente...
la tristeza la está comiendo por dentro, es "su cáncer"...
Se estaba despetalando como una frágil rosa...
me da pena...por dentro se está secando.

En su casa, estaba todo oscuro, como siempre, solo el reflejo del sol que entraba por la puerta, que permanecía abierta, iluminaba la sala. Por allí entraron minutos después, algunos parientes que llegaban del entierro.
Los primeros, un sobrino, llevando en silla de ruedas a una de las hermanas de "Mima", que tiene una pierna amputada por debajo de la rodilla, como para profundizar el drama...Es muy parecida a la vieja...con ellos venía una sobrina también.
A los pocos minutos, cuando recién se acomodaban esos, llegó el padre de Ale, hijo de la fallecida, y la otra hermana...idéntica! Algo increíble. Al verla entrar fue como ver a su hermana! La escena era complementada por el reflejo del sol, que simulaba un aura imponente a su espalda.
Fue impactante verla entrar...igual! Shockeante...no existe adjetivo que pueda describir lo que yo sentí en ese momento.

Detrás de ella entró su padre, que merece otro capítulo aparte. En unos de los peores días, tuvo el descaro de irse con su "novia" al parque de la UTE en Minas, y dejó a Alejandra sola con la abuela. Sin palabras...Tampoco hay adjetivo que pueda describirlo...

El clima en aquella sala...era horrible.
Comentarios irónicos y chistes tontos como para romper el hielo, cortar el aire...esa "alegría" fingida! Esas sonrisitas forzadas para no llorar y "hacer el ridículo"...
El típico: "y...estaba sufriendo...", "...la vida es así...", etc etc. tampoco faltaban.

Nunca fui a un velatorio. Nunca fui a un entierro. Pero esto fue lo más parecido que he vivido. Deprimente...

Además yo sentí algo extraño...luego de ver entrar a esa hermana de ella, a mi me invadió una intranquilidad insólita. Una sensación extraña, un deseo de salir corriendo me atrapaba y casi convencía de cumplir su voluntad...los ojos se me llenaban de lágrimas, y solo quería salir afuera a descargarme, pero no pude...el sillón me mantenía prisionero. Nunca me había pasado algo así. Nunca había sentido una sensación tan extraña...fue como si la abuela de Ale hubiera estado allí y juro por Dios que así lo sentí.

En un momento dado, pensé que mi desesperación me haría salir corriendo, mientras escuchaba todos los comentarios sobre el estado de "Mima" en los últimos días y sobre lo que vivieron y todo eso...
Luego me comenzaron a hablar a mi, y ahí mis ganas de huir, desaparecieron por un rato. Comenzaron las preguntas, del orden de: Qué estás haciendo? Cómo está tu madre? Los que no me conocían me preguntaban de donde era, y comenzaron las preguntas sobre mi trabajo cuando les conté. Menos mal que nadie me preguntó quien era en otro sentido...qué éramos Ale y yo, o algo así...u otras cosas.

Bueno...para hacerla corta, viví un clima de velorio terrible...
Eso me quitó las ganas de ir a visitar a mi abuelo. Así que me quedó alguien pendiente. No puedo cumplir con todos!!! Eso me mata.

Por lo menos cumplí con Ale, que entre la gente que había, y que creo que estaba el novio en la cocina, me dejó medio pintado, pero sus besos me reconfortaron. Volví a sentirme un idiota al verla. No pude evitarlo.

Por qué??? Esa pregunta, resurgió de entre las cenizas que guardo en mi corazón de lo que alguna vez tuvimos, fuimos, vivimos...perdimos...

Piriápolis volvió a ser ese lugar melancólico, nostálgico, triste que había sido las últimas veces que lo visité. Cada vez me cuesta más volver a él, y cuando estoy allá, cada vez me cuesta más volver. Tengo miedos...Esta vez ese sentimiento se acentuó...

la muerte pasó cerca...
la muerte estuvo en el barrio...
la muerte golpeó, en la casa de al lado...

2 comentarios:

Sebastián dijo...

Marce. A mi me pasó ya 2 veces lo mismo. 1) cuando falleció mi mamá y 2) cuando falleció mi abuelo. Es algo inexplicable. Y algo que admiro de ti es que lograste plamar con palábras ese sentimiento desgarrante de sentir la muerte cerca. SOS UN GENIO !! Sigue así amigo que tienes mucho futuro. Y estoy seguro que vas a poder hacer realidad tus sueños...
"No sufras por un futuro incierto, ni te mortifiques con un pasado equivocado. Percibe las señales del hoy y ahora que el universo te da y necesitaras para encontrar tu verdadero camino. Todo es mas símple de lo que piensas"

Flor dijo...

No lo pude terminar de leer pero esta en mi lista; creo que la gente se pone terca con los años porque tienen 85 años para acostumbrarse a que nadie los escuche, y sera que les queda fragmentado en terquedad. Tengo tu mail, no te pude contestar todavia porque tuve 10000 cosas en la cabeza, ni me estuve conectando.
Bueno, nada persona parecida, le mando un beso
Flor