domingo, marzo 25, 2007

Mi amigo "Don Gato"

Cada noche al pasar por su casa, lo llamaba, aunque él nunca me daba bolilla.

Fue la noche del jueves, cuando al pasar por allí como todos los días, me le acerqué.
Él me observaba analizándome, con precaución. Estaba en la puerta de su casa, como siempre, vigilando y custodiando el fuerte de su familia.

Le extendí finalmente la mano.
Él la olfateó, intentando conocerme, buscando saber quien era. Sus enormes ojos marrones me observaban cautelosamente. Yo mientras observaba su pelaje amarillo y el dibujo que hay en él.
Cuando estuvo seguro se dejó tocar.

Qué hermoso regalo su confianza!
La confianza de un animalito tan hermoso como un gato, tan misterioso y tan cautivante, es un gran regalo que hay que agradecer.

Ahora cada vez que por esa calle, su casa es una parada ineludible en la que intercambiamos un poco de confianza y cariño.

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