Resulta que investigando, preguntando, consultando, informándome desde por otros medios, he llegado a la conclusión de que el fulano mencionado en un post anterior, al cual apaleé sin medida al tomarlo como ejemplo para mostrar los horrores ortográficos contemporáneos, no es tan mala persona como sospechaba en un principio.
Mis disculpas...
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1 comentario:
Y...a veces las apariencias engañan, solo con el tiempo se conoce a la gente.
Ana
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