martes, febrero 27, 2007

Se cumplen 2 años de aquella tarde.

Aquella hermosa tarde de marzo,
en la rambla, frente al mar,
en el ocaso de un caluroso día,
con el sol somnoliento como único testigo,
me dijiste que sí.

Hermosa tarde de marzo
en la que gente iba y venía...
expectante por un cambio político
que a nosotros nos tenía sin cuidado.

Hermosa tarde de marzo
en la que dejamos de ser amigos
para pasar a la siguiente etapa
y cumplir un sueño guardado
en el fondo de nuestras almas.

Aquella tarde en que te pedí un beso.
Ese beso que siempre quisimos,
que nunca pedimos
y que siempre temimos.

Ese beso que nos marcaría para siempre.


Fue el comienzo de algo maravilloso.
De muchas tardes como esa
recorriendo una tierra hermosa
tomados de la mano.

Hoy, las lágrimas del cielo
son señal de que algo pasó.
Algo terminó con la felicidad
entre nosotros.

Las lágrimas del cielo,
me pertenecen.

Todavía me pregunto por qué.
A veces encuentro una respuesta,
pero siempre caigo en lo mismo.
De lo único que me arrepiento,
es de haberte dejado.

Las lágrimas del cielo,
son las mías propias.

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