22 días...

El viernes 19 de enero, un viernes como cualquier otro, Natalia Martínez Bengoa salió a bailar en Piriápolis junto a su hermana y un grupo de amigas. Ya estaba amaneciendo, cuando sus amigas decidieron irse. Ella que quería quedarse un ratito más, se paró a saludar a alguien y quedó para atrás. 22 días sin noticias de ella...

22 días han transcurrido desde aquella noche.

22 días en los que ha pasado de todo, en los que han habido falsas alarmas, en los que han declarado sospechosos, pero a su vez, 22 días en los que no ha pasado nada.

Natalia sigue sin aparecer. Decenas de videntes han dicho de todo, que viva, que muerta, que cerca, que lejos...

Los indagados no saben nada y se liberan de toda culpa o responsabilidad.

Sus amigos y familiares rastrillaron junto con la policía durante varios días el campo donde aparecieron algunas pertenencias suyas, como la cédula, su cartera con una blusa dentro, una de sus sandalias...casualmente tengo una foto de ese campo, porque queda en la entrada de Piriápolis, y se ve a lo lejos el Cerro Pan de Azúcar. Cuántas veces habré pasado por allí...

Todo este tiempo, su caso fue tapa de diarios, y de cuanto medio periodístico se precie de serlo. En este tiempo, han vuelto a la luz, todos los casos de chicas desaparecidas que aún no aparecieron.

Lunes a la noche...suena el teléfono en la cabina de la radio. Era la corresponsal de la radio en Piriápolis, preguntando si no había ningún periodista. Ya eran las 22 y a esa hora no queda nadie en prensa. El tema, un operativo policial hacia la zona de Playa Hermosa. Aparentemente, algo habían hallado...Comencé a buscar a Hugo, uno de los periodistas de la radio. Él dice no serlo, pero si él no es un periodista, créanme que no hay ninguno. Mientras Hugo venía camino a la radio, la corresponsal, volvió a llamar. "Parece que encontraron un pie o una mano, se lo están perdiendo todo. Está la policía, los jueces, la jefa de policía, estamos todos."

Al rato llega Hugo, quien decidido emprende viaje hacia Piriápolis. "Ahora para qué? Ya nos vamos todos, ya no hay nada más", decía Brenda desde el lugar de los hechos, desde donde hizo una entrada al aire. El país conmocionado por lo que parecía ser el hallazgo de un pie humano...la policía decía que no podían precisar si era un hueso humano como afirmaba la mujer que lo había encontrado. Todos criticábamos, presos de la ansiedad, expectativa, nerviosismo: "Ehhh!!! Cómo no van a saber si es humano o animal!!! Bla bla bla..." Confirmaron al día siguiente que era de animal. Primero un mono, luego un "Mano pelada", en fin...

Mientras escribo escucho a mi madre conversar con alguien más. "En mis tiempos ni locas nos parábamos a conversar con uno adentro de un auto. Ahora es todo distinto, las gurisas andan con cualquiera, se suben al auto de cualquiera, le hacen dedo a cualquiera."

22 días sin Natalia. La espera sigue, la espera debilita, la espera mata...